ACTUALIDAD

RIESGOS DE CONTAMINACIÓN Y LA DINÁMICA SUBTERRÁNEA

Paquete sedimentario
Secuencia sedimentaria del Cretácico Superior

Antecedentes

En la región de Azuero, se evidencia un creciente deterioro del recurso agua, marcado por aspectos como su cantidad y su calidad disponible para consumo humano. El crecimiento sostenido de poblaciones dentro de la cuenca más grande e importante de la región, es sin dudas otro aspecto que sugiere igualmente una presión hacia el recurso por la demanda de este vital líquido. Al mismo tiempo, el aumento poblacional, la proliferación de centros urbanos al margen de normas y regulaciones, conlleva un incremento en los niveles de desechos sólidos y líquidos que son depositados en las riveras de ríos y manglares como destino final. Esta situación, conlleva un aumento de la contaminación, que se acentúan en los meses de estación seca cuando los niveles del recurso decaen por la falta de precipitación y una demanda sostenida. La gestión del Estado por conducto de las instituciones, tiene la obligación constitucional de brindar respuesta a todas las problemáticas que impacten el ambiente, así como la calidad de vida de los ciudadanos. Sin embargo, las demandas consideradas ineludibles en materia de salud, seguridad, ambiente y calidad de vida, se ven vulneradas ante la incapacidad por parte del gobierno a ofrecer respuestas prontas, definitivas e integrales. El Estado actúa según la cantidad e intensidad de los problemas sociales y en muchas ocasiones en base a prioridades de políticas excluyentes, alejadas de una realidad social. Es aquí, donde queda en entredicho la gestión del Estado y aparecen fenómenos que impactan a un amplio espectro de la sociedad.
Es conocido que en el caso del recurso agua, el principal usuario lo constituye la actividad agropecuaria. Este recurso de alta necesidad, se convierte durante el proceso de su utilización en el mas grande vehículo de contaminantes hacia las fuentes superficiales y subterráneas. Según la FAO (1990), la agricultura la tierra y el recurso agua conforman un organismo simbiótico por lo que deben adoptarse medidas adecuadas para evitar que dichas actividades deterioren la calidad de este recurso e impida su uso para otros fines como lo es el uso humano.
En adición a esto, los procesos de globalización en el comercio mundial vienen afectando la producción de alimentos como frutas y hortalizas que se encuentran directamente relacionadas con la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos debido a la masificación de los cultivos y el acelerado proceso de siembra y cosecha que impone la pronta distribución hacia los mercados.
Otro elemento a considerar es la capacidad para gobernar, un catalizador que con el tiempo impulsa a las poblaciones afectadas y excluidas a diseñar estrategias para que sus necesidades y demandas encuentren atención; adoptando nuevas formas de participación social organizada para gestionar respuestas efectivas a sus exigencias. El resultado es la incapacidad para enfrentar los problemas, con métodos excluyentes superados por la consulta y los acuerdos entre las partes involucradas. Este fenómeno conlleva al establecimiento de metodologías que sustentan una “necesidad” ficticia en las administraciones de los recursos cuando en realidad el desconocimiento y la falta de transparencia en las gestiones agrava aún más los problemas en la disponibilidad de recurso hacia los más necesitados.

LOCALIZACIÓN

ELEMENTOS CONTAMINANTES SUPERFICIALES

A la fecha, los procesos que el hombre y su desarrollo han implementado para lograr mejoras en la sociedad cada día mas exigente de sus condiciones, aportan significativa carga al entorno que en su pasividad para soportar cambios o transformaciones drásticas de su dinámica o estabilidad natural, acumula mecanismos de compensación silenciosos que luego de un tiempo determinado( aún sin definir o detectar), se manifiesta en forma de “desastres naturales” o deformaciones. Para la geología, estos fenómenos deben entenderse como una proyección en el tiempo de todos y cada una de las acciones que a diario realizamos sobre la superficie y dentro de la superficie terrestre.
Cuando preguntamos sobre el alcance que puede tener una información en la gestión y administración de un determinado recurso, resulta muy curioso que los mecanismos para garantizar medidas y procedimientos de control eficiente y solución de conflictos enfrenta muros casi infranqueables de burocracia, desconocimiento y sentido común por parte de los profesionales y encargados de ofrecer respuesta adecuadas y eficientes. En la mayoría de los casos pareciera que vivimos en varios universos; además aislados sin capacidad de comunicación o coordinación y cuyas normas para abordar un problema que debe ser común, se convierte en una verdadera  complicación dañina, lo que genera incertidumbre, incapacidad y desgaste moral, que se desvanece en el tiempo.
En materia de contaminación, se cuenta con numerosos “eventos desafortunados” o “accidentes” como se les suele llamar y se tipifican por parte de las autoridades, al igual que los medios que comunican las noticias. Lo cierto es que para ambas categorías existe una respuesta así como una causa muy específica misma que en dependencia de las condiciones sociopolíticas o económicas, se archivan o proscriben.
Hace varios años se realizó un estudio sobre la calidad del agua de la cuenca del río Guararé como parte de una investigación encaminada a definir e implementar acciones para el tratamiento de las aguas de dicho río, ya que son utilizadas para el riego de cultivos que deben cumplir con las exigencias sanitarias que se imponen por parte de las políticas de globalización en los mercados. En dicho estudio, fechado en mayo del año 2003, se hace referencia a la calidad microbiológica de las aguas superficiales y el mismo  contó con dos unidades de investigación: laboratorio de Calidad de Agua del Ministerio de Salud y Gestión Ambiental del Ministerio de Desarrollo Agropecuario.

 

CONTEXTO REGIONAL

La situación del río Guararé no escapa a una realidad que está diseminada en todo el país ya que en informes del Ministerio de Ambiente sobre monitoreo de las cuencas hidrográficas y en especial durante el año 2016 se resalta el hecho de que de las 52 cuencas y regiones hídricas que tiene la República de Panamá, 31 presentan contaminación en su partes medias y bajas producto del gran impacto y presión que ejercen los núcleos humanos conjuntamente con sus actividades industriales, agrícolas y desarrollos urbanos que promueven la deforestación y por consiguiente aceleran los procesos de erosión y sedimentación de los cauces. Otro detalle que afecta a las cuencas hidrográficas es la creciente pérdida de cobertura boscosa que se estima en 20 mil hectáreas por año.
Otro elemento a considerar son las políticas que se han tratado de imponer a los países en el marco de la solución de las crisis del agua y que ha conllevado numerosas pérdidas económicas y retraso en una seria solución integral desde las comunidades organizadas.
Desde los años 70, se vienen impulsando políticas y  modelos de gestión que han sido forzados a quedarse pese a la gran negativa de los usuarios, pueblos y comunidades afectadas que desde su imaginario histórico ancestral, manifiestan renuencia. El despojo, que culmina en los mejores casos con la exclusión y en otros de manera muy drástica con la desaparición física de personas y comunidades para complacer los intereses financieros que apuestan por el mercado del agua y el uso masivo.
Es importante  tener en cuenta que  los mecanismos que aún pesan sobre este recurso y que a la menor distracción social, se impulsará sin contemplación mediante macanismos de ayuda o administración, incluidos en  acuerdos  y programas extraterritoriales.
En varias conferencias en el I foro sobre el recurso hídrico se destaca la complejidad y mecanismos bajo el entendimiento de que el agua es el mineral mas valioso sobre este planeta y que las corporaciones financieras también lo entienden y han tratado por diversas vías de explotarlo para beneficio particular; inclusive se han generado políticas, secretarías, centros de investigación que financian estudios y proyectos sobre el agua. En este contexto, la información mas que ayudar a resolver interrogantes, se usa para desarrollar mecanismos que alejan la disponibilidad de este recurso al ser humano. De hecho se impulsan propuestas basadas en políticas diseñadas al margen del consentimiento de los usuarios finales y dueños absolutos del recurso bajo parámetros y convenciones que pocas veces terminan por ser aclaradas en su alcance, pero que llevan implícito un control extraterritorial del recurso comprometiendo así la soberanía y determinación social sobre su beneficio y uso. [5]

EL PROBLEMA

Los nuevos paradigmas impuestos por la globalización en el comercio mundial levantó las alarmas y empezó a afectar a los países exportadores de productos agrícolas frescos ya que en el desarrollo económico, el uso, manejo y conservación del recurso agua depende de la sustentabilidad de los proyectos por cuanto mantiene una relación directa. Esta situación aunque puntual para alertar sobre medidas de mitigación en la zona, abre nuevas interrogantes en materia de administración y conocimiento de este recurso así como del alcance que su manejo tiene en la vida presente y futura de los grupos humanos radicados o dependientes. Es aquí que al exponer los niveles de contaminación de las aguas superficiales y sus posibles medidas de mitigación para satisfacer las demandas del mercado se pone en evidencia una serie de elementos desconocidos y muy poco estudiados, pero que al proyectarlos en el contexto físico de lo que conocemos como ciclo del agua nos damos cuenta que estamos frente a una situación que puede considerarse crítica e insospechada para las aguas subterráneas de una cuenca.
Los impactos en los recursos se pueden definir de acuerdo a la magnitud de estos frente a los elementos de demanda existentes. Cuando las poblaciones optan por adueñarse de un recurso para beneficio común o parcial, se  generan impactos directos e indirectos pero que dada la cantidad de los recursos, las respuestas a la mitigación de estos, se limita a sugerencias administrativas que no requieren mayores análisis; y cuando la demanda circunda la zona crítica de equilibrio, los criterios son condicionantes e impositivos. Entonces, entran en juego los intereses sociales, ambientales, económicos y políticos que desestiman los criterios científicos que definen la existencia en el tiempo de dicho recurso y sus consecuencias. Es aquí donde el desconocimiento real de los recursos y su condición en el entorno físico, encuentra el punto de inflexión para determinar la viabilidad y beneficio bajo las condiciones y métodos que ponen en riesgo el equilibrio del sistema ya que cada impacto ( directo o indirecto) desencadena racimos de situaciones que no se han tomado en cuenta, ni se han hecho registros o controles que sirvan de referencia y esta situación, terminan catalogándolas como “desastres naturales”, mitigables bajo la figura muy cómoda de compensación ecológica o multas.
La investigación dentro de los esquemas establecidos para encontrar respuestas, debe conducir necesariamente a facilitar el entendimiento de las características y condiciones para permitir vías y razones sugeridas o condicionantes hacia políticas de un desarrollo soberano en el manejo de los recursos. En este caso el agua, que bien es conocida su importancia para los organismos vivos y que en general forma parte de un sistema global que influye y determina condiciones en un amplio espectro de situaciones, no debe considerarse como un objeto económico ni sujeto a regularse bajo una figura monetizada para su acceso a los seres humanos o comunidades.[5]
Los procesos contaminantes se registran y presentan de manera proporcional al “desarrollo” que afecta diferencialmente el entorno natural sustentado en diversos documentos como la resiliencia a los cambios e impactos, mientras  que la realidad al día de hoy, plantea niveles críticos de recuperación mas que una resistencia. En materia superficial, aún tenemos un bajo nivel de conocimientos sobre el alcance de la contaminación en los cuerpos de agua. Es un agravante muy peligroso cuando esta falta de control la ubicamos a nivel subterráneo donde la información es fraccionada y dispersa en materia geológica y dinámica de fluidos entre las formaciones rocosas existentes.
A manera de ilustración y caso particular de estudio, se presentan datos colectados sobre el cauce del río Guararé, cuyos análisis y resultados puntuales demuestran la gravedad de un hecho y lo frágil de los protocolos de seguimiento en estos casos. Al día de hoy se desconocen registros posteriores o referencias de análisis puntuales para verificar el comportamiento de estas aguas superficiales. De esta misma manera, se desconoce si algún resultado en fuentes subterráneas puedan ser  causas  indirectas de  estas contaminaciones registradas.

Hasta el momento y como bien lo señala el estudio, fue colocar en evidencia el riesgo que enfrentaban las exportaciones de frutas provenientes de zonas regadas con recursos hídricos contaminados. Se puntualizó también sobre la contaminación por desechos de porquerizas y aguas servidas crudas provenientes de la población de Guararé y de tinas de oxidación ubicadas en la población de Las Tablas.[1]

 

 

RESULTADOS

Es necesario aclarar que se han tomado dos aspecto de interés como ejemplo ilustrativo debido a que se consideran suficientes para levantar interrogantes sobre la salud del río Guararé y de la posibilidad de que su mejoría luego de casi 20 años pueda cumplir con las aspiraciones y necesidades de sus usuarios potenciales. A la fecha no se tiene evidencias de estudios de seguimiento o comparativos integrales que apunten a lograr un balance adecuado de esta situación. Cualquier elemento que pueda complementar estas interrogantes debe conducir a fortalecer el concepto potencial, un proceso sostenido y profundo en materia de seguimiento e investigaciones.
El pH en el agua define razones de importancia para producción de alimentos sanos, la producción eficiente a costos óptimos, para evitar problemas de salud en las poblaciones usuarias o consumidoras de estos productos por lo que se hace necesario un balance adecuado durante su uso y rehuso. Por lo general el pH de aguas no contaminadas registran un rango entre 6 y 9.
Los registros desarrollados sobre las aguas en la cuenca del río Guararé, se encuentran dentro de los parámetros establecidos para consumo humano sin embargo la presencia de contaminantes biológicos en especial las Unidades Formadoras de Colonias ( UFC), se disparan en dos puntos mismos que se mencionan en líneas anteriores.

 

 

 

PROYECCIÓN GEOLÓGICA DE LA CONTAMINACIÓN

La geología de la corteza terrestre representa uno de los aspectos de mayor importancia en el contexto general de cada área o sector particular en estrecha relación con aquellos elementos introducidos de manera artificial por las actividades del hombre. El equilibrio geológico y morfológico de las grandes masas de rocas, suelos o montañas experimenta modificaciones diferenciales asociadas a los tipos de rocas predominantes y sus características o comportamiento respecto a fenómenos que impactan directa o indirectamente sobre ellas de tal forma que su transformación en el tiempo ocupa largos períodos; pocas veces perceptibles para el ser humano. Hay ocasiones muy especiales y estas están estrechamente relacionadas con eventos explosivos a causa de una acumulación de esfuerzos y tensiones que definen procesos de cambios que muchas veces son considerados “desastres naturales”. A este respecto cabe señalar que pueden suceder de manera natural y también de manera inducida por el hombre.
En el caso de la contaminación en cualquiera de sus formas o modalidades, la gran mayoría tiene su origen en el accionar humano y su falta de conocimiento en materia geológica superficial y subterránea. Es aquí que considero necesario hacer algunos espacios para identificar elementos, procesos y el alcance de los mismos.
Es de importancia resaltar que al tratar de comprender el proceso de una contaminación existen elementos que necesitamos conocer ya que los mismos definen la magnitud y extensión en el espacio tiempo. En este caso, la naturaleza del contaminantes es fundamental para definir sus características y su comportamiento en diversos medios. Con posterioridad, es muy necesario comprender que la superficie terrestre no es monolítica e impenetrable y que depende igual de la naturaleza de las rocas, las formaciones geológicas predominantes y en especial su condición superficial y subterránea.

 

Dinámicas de las infiltraciones y acumulaciones subterráneas

 

MORFOLOGÍA DE LA CUENCA

Los aspectos morfológicos que sobresalen dentro de la cuenca del río Guararé corresponden de manera directa a las estructuras y formaciones geológicas predominantes en la zona y que influyen en la estructura de loa distintos elementos del terreno. Para la cuenca del río Guararé, se observa una marcada distribución de las zonas con grandes elevaciones que constituyen la cuenca alta y se puede delimitar desde los 185 msnm hasta los puntos más altos que se ubican en el Cerro Canajagua con 822 msnm. La parte intermedia o cuenca Media se define por la presencia de elevaciones entre los 100 msnm y 184 msnm. Además, la tectónica regional interviene con un elemento muy importante cual es la falla Pedasí con una orientación N NO que también es la limitante entre la formación geológica del Cretácico [K-VE] y la formación Macaracas del terciario Oligoceno [TO-MAC]. Otro elemento tectónico de gran influencia es la falla local El Cedro de orientación NE que confluyen con la anterior.

A partir de estas fallas encontramos elevaciones menores de 100 msnm hasta la costa lo cual conforma una serie de planicies extendidas con algunas elevaciones menores acompañando los cauces del río principal y las quebradas afluentes. Esta parte de la cuenca se encuentra dominada por formaciones geológicas del Oligoceno compuestas por rocas de origen sedimentario en combinación con afloramientos de rocas intrusivas y diques volcánicos.

Es de esperar, que en el sistema hidrogeológico de una cuenca las formaciones geológicas y el empaquetamiento de las rocas juega un papel importante en la dinámica de los fluidos, en adición a esto cabe señalar que la península central de Panamá, por su orígen geológico y tectónico se encuentra afectada por numerosas fallas y fracturas diferenciales producto de su desarrollo como cuerpo emergente; sometido a presiones desde el Sur por las placas tectónicas de Nazca y Cocos, responsables de su ascenso, desarrollo y movimiento con lo cual se generan condiciones favorables para los procesos de alteración, meteorización y formación de una corteza residual superficial con propiedades de infiltración y almacenamiento de fluidos sobre un estrato multigenético que se soporta en formaciones geológicas y rocas firmes y sanas. Es esta condición de fracturamiento comunicado lo que permite el flujo de estas aguas superficiales, pero que también su intrincada red de fisuras hasta el momento con bajo nivel de conocimiento en su extensión, tamaño y formas lo convierte en un cuerpo vulnerable y peligrosamente apto para fenómenos contaminantes indeseables desde la superficie.

ELEMENTOS A CONSIDERAR
La región central panameña y en especial la región que comprende la cuenca del río Guararé en Azuero, se caracteriza por un origen volcánico sedimentario de sus suelos y superficie. Esta condición es una limitante en materia de cultivos debido a que encontramos una muy escasa capa vegetal a causa del pobre desarrollo y además por procesos erosivos intensos en complemento con una creciente pérdida de la cobertura boscosa que deja expuesta la corteza de meteorización y permite un acelerado arrastre de componentes arcillosos hacia los cauces existentes.
Por lo tanto en la cuenca alta como en otros casos, se ha alcanzado niveles peligrosos de erosión comparables solo con fenómenos ocurridos posiblemente durante el Paleoceno- Eoceno cuando se generan cataclismos tectónicos y movimientos de placas que propiciaron profundos procesos erosivos que condujeron a la desaparición de grandes formaciones geológicas posiblemente asentadas en los sectores de la cuenca alta y media. Hoy, solo las encontramos en la cuenca baja por causa de fallas que bascularon y hundieron bloques con dichos sedimentos para luego emerger por fuerzas tectónicas posteriores.
A este respecto vemos una corteza residual con suelos arcillosos pobres y numerosos bloques o afloramientos rocosos que igual presentan fracturamientos y niveles de meteorización secundaria, solo en los pequeños valles y algunas planicies, se registran acumulaciones de suelos arcillo arenosos sobreyasiendo a cuerpos rocosos de baja meteorización o fracturamientos limitados que constituyen el piso o fondo de los acuíferos que tradicionalmente son explotaos para abastecimiento. A partir del mapa geológico nacional, se ha proyectado un perfil esquemático de las formaciones geológicas predominantes en superficie y su secuencia estratigriáfica sugerida a profundidad.

 

En la presente sección, se observa de manera muy clara el predominio de las formaciones volcánicas hacia el Oeste de la falla Pedasí y el contacto entre formaciones que supone una diferenciación en vertical de las rocas que constituyen la superficie y que probablemente debemos encontrar a profundidad en concordancia con las edades que cada una de ellas ha sido registrada en la columna estratigrafica. En este punto, se agrega, el desconocimiento pleno sobre los espesores de cada una de las formaciones geológicas predominantes y en el perfil se ha sugerido un espesor promedio máximo de unos 100 metros para lograr la construcción de este modelo.
Hacia la parte oeste, se observa también que existen rocas sedimentarias “colgadas” sobre las formaciones volcánicas del Cretásico, mismas que aún no se han clasificado o estudiado plemanente, no existe un fechado por lo que se sugiere forman parte de ese remanente no-erosionado de la formación Ocú del Cretásico. Siendo así, vemos que los procesos erosivos ocurridos después del Cratásico Superir, fueron intensos hasta inicios del Eoceno con un posible lapso de 20.2 millones de años durante los cuales se depositaron en la parte este secuencias sedimentarias del Eoceno y Oligoceno sobre las formaciones volcánicas del Cretácico.
Cómo se acumulan las aguas y cuál es su dinámica entre formaciones, es el punto de partida para lograr diseñar mecanismos que nos permitan analizar su alcance y de acuerdo a características o comportamiento; diseñar procesos para su administración y conservación. Por ahora solo tenemos una idea basada en diseños e investigaciones de fuentes externas y secundarias que aplicamos en casi todos los escenarios. Sugiere además que de la misma manera, puede y debe estar acumulada cualquier forma de contaminación. Es por eso, que a partir de estos diseños, se impone la investigación sistemática, así como la compilación clasificada de la información para conducir el esclarecimiento de las intimidades subterráneas en materia de las formaciones geológicas, su disposición espacial y alcance territorial. En reiteradas ocasiones vemos la cantidad sorprendente de perforaciones de pozos para el abastecimiento de agua para las comunidades, poblaciones o para el establecimiento de un sistema híbrido que garantice una continuidad en los suministros. También sorprende que un gran porcentaje de todas estas perforaciones tienen como límite de profundidad a 200 pies ( 60 metros). A esto se le suma, que un gran total de estas perforaciones cuentan con casi nada de información geológica y la existente esta basada en criterios subjetivos casi imposible de reconstruir y analizar de manera consecuente lo que generalmente lleva a desechar datos para poder construir un diseño local o regional de la geología.
Esta diferenciación general, apoya la hipótesis de que nuestros cuerpos hídricos transitan en su dinámica desde la superficie hacia las capas superficiales compuestas de material residual arcilloso y poroso el cual permite la infiltración y acumulación en lugares con distintas propiedades debido a la diversidad de los tipos de rocas y en especial a la diferenciación en los procesos de fracturamiento, meteorización y formación de suelos. De allí, se continúa un trayecto hacia zonas profundas que por sus condiciones de composición, fracturamiento y meteorización se constituyen en cuerpos hospederos cuyo límite inferior o base son formaciones rocosas muy poco fracturadas o simplemente sanas. Con esta condición, tenemos acuíferos abiertos desde la zona vadosa hasta la zona de acumulación o lo que se conoce como zona de saturación. (ver perfil y esquema)

 

 

En esta gráfica, también se ilustra el perfil, donde una serie de formaciones geológicas empaquetadas en secuencia conforman la estructura interna de los suelos y en una pequeña fracción de su potencia, se alojan las aguas de manera diferencial ( ubicación de las aguas). También, se muestra una columna de la conformación de los suelos hasta el lecho rocoso que sirve de límite inferior a estas acumulaciones y hasta donde generalmente se perforan los pozos para abastecimiento de agua.

Cabe destacar que con el acceso de otras tecnologías como la geofísica, se logran modelos digitales a partir de las respuestas de los grupos y rocas subterráneas y ayudan a definir algunas estrategias, mismas que se han convertido en la “panacea” para la búsqueda del agua y se ofertan o se venden a las instituciones como el final de la cadena; y puede ser  un engaño, porque necesitamos validar y corroborar los datos e informaciones. Además, es mandatorio que existan líneas transversales entre disciplinas como la geofísica, la geología, la tectónica e hidrología entre muchas otras, incluso con métodos tradicionales como la perforación de pozos de exploración, pero sometidos a estudios intensivos en todos sus componentes, algo que hemos perdido en casi todas las perforaciones que se han desarrollado hasta la fecha en este país.

En adelante, se muestra una gráfica que ilustra ( puntos rojos), parte de los pozos perforados en la provincia de Herrera, de los cuales, se tiene muy poca información geológica coherente y unificada como para generar un modelo de comportamiento de las aguas o establecer el verdadero origen de las aguas y su dinámica de movimiento, por lo que se imponen políticas de investigación y unificación de criterios para las descripciones geológicas en cada una de las perforaciones que se pretendan desarrollar. Así mismo, la conformación de una base de datos responsable que permita proyectar investigaciones serias con datos confiables en materia de la dinámicas de las aguas subterráneas.

REFERENCIAS:

1. Documento de Investigación Conjunta MINSA-MIDA sobre el río Guararé, 25 de junio 2003. Monitoreo de la Calidad del agua superficial del río Guararé.

2. Datos de pozos perforados para abastecimiento de agua. IDAAN.

3. MIAMBIENTE, Monitoreo de cuencas hidrográficas de Panamá, 2016

4. Reconocimiento geológico de campo

5. Memorias del primer Foro del Recurso Hidrico en la Región del Arco Seco

Tierra Grande

www.tierragrande.co

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio utiliza Akismet para disminuir el spam. Aprenda más de como sus comentarios son procesados.