ACTUALIDAD

QUE HACER CON LOS RECURSOS ?

Antecedentes Geológicos

Los grandes desplazamientos de las masas continentales en combinación con los procesos volcánico-magmáticos sometieron a la estructura de nuestro planeta a rigurosos cambios morfológicos y tectónicos así como a procesos de equilibrio isostásico para compensar los movimientos derivados de los ascensos y la erosión superficial.

De allí que los plegamientos y el ascenso de la gran cadena montañosa de los Andes induce el choque de grandes bloques de la corteza oceánica contra la placa del Caribe y en el intento de resistencia a este crecimiento horizontal, se genera un ascenso que provoca la aparición tardía del istmo de Panamá.

Los procesos de consolidación ístmica, se complementaron con las últimas erupciones volcánicas y afluencia de fluidos mineralizantes, que permitieron acumulaciones minerales en las profundidades de nuestro territorio.
La formación de las cadenas montañosas, valles y planicies durante los procesos de regresión marina contribuyeron a consolidar ambientes propicios para el florecimiento de abundante vegetación, fauna y finalmente el asentamiento de grupos humanos.

Aspectos Antropológicos

Con la ocupación por parte de los primeros pobladores, se registra la presencia de algunos recursos que inicialmente fueron considerados como adornos o elementos de valor.

El oro de aluviones en nuestros ríos constituyó un elemento atractivo para los grupos indigenas y pobladores, pero con el tiempo se convirtió en un elemento de riesgo para quienes lo poseían en un contexto donde el poder y las imposiciones superaban las barrera culturales.
Con posterioridad a la invasión del imperio español, el oro y la plata al igual que otros recursos formaron parte de la prioridad de los conquistadores que a cada momento incrementaban las exigencias en cantidades y tiempo, lo que conduce a nuevas metodologías extractivas y la aparición de laboreos mineros en algunos sitios de la geografía panameña.

Para finales del siglo XIX y con la liberación de pueblos coloniales, se introducen nuevas campañas de exploración y extracción mineral por parte del imperio británico en combinación con las políticas extraterritoriales de Estados Unidos y su afán de dominio de territorios geoestratégicos. De esta manera, se desarrollan aquellos laboreos de oro abandonados por los españoles en Darién, Capira y en Veraguas, hasta la caída del precio a mediados de la década de los años 20. Luego de este período de tranquilidad, surge la crisis económica – política a inicios de 1930 que desemboca en la Segunda Guerra Mundial, misma que motivó el auge en la extracción de minerales estratégicos como el carbón y manganeso utilizados en la industria del acero y la energía.

Este renacer de la actividad minera impulsó la extracción y exportación de carbón, así como manganeso hacia centros industriales en Estados Unidos.
A inicios de 1980, se consolida la actividad extractiva de oro en vetas subterráneas localizada en la mina de Remanse-Veraguas que en combinación con actividades de exploración y sobre la base de estudios desarrollados por las Naciones Unidas se identifican nuevos prospectos minerales como Cañazas en Veraguas, anomalías de oro, cobre en Petaquilla y cerro Quema.

También se detectaron anomalías de cobre en Cerrro Colorado lo que conformó un nuevo mapa nacional de recursos diseminados en nuestra geografía con grandes perspectivas.

Este conocimiento, levantó grandes expectativas en la exploración geológica por lo que aumentó la presencia de compañías nacionales y extranjeras dedicadas a la búsqueda de nuevos y mejores prospectos sobre el territorio, con miras a lograr el desarrollo de una minería metálica acorde a las exigencias del mercado y los tiempos.
Es importante señalar las nuevas oportunidades para profesionales panameños que durante estos trabajos de campo, logra un amplio reconocimiento de prospectos minerales, sus características y ubicación.

De igual manera, las instituciones del estado pudieron verse reflejadas en esta dinámica y apertura de nuevos conocimientos para aprovechar los procesos de transferencia tecnológica y adecuaciones que permitieran alcanzar nuevos niveles de experiencia con miras a enfrentar los retos administrativos, ambientales y monitoreos de las posibles actividades asociadas al beneficio minero una vez culminaran los procesos de exploraciones geológicas.

Aspectos Económicos-Políticos.

Panamá, en la línea de tiempo desde su ascenso de las profundidades marinas a nuestros días, ha sufrido numerosos cambios y transformaciones al igual que sus grupos humanos asentados en distintos escenarios y por diferentes épocas.
Así tenemos que en el ámbito de los recursos podemos hacer un breve resumen de lo que tenemos dentro de nuestras fronteras y alguna de las formas que hemos utilizado para beneficiarlo hasta ahora.

Con cada incremento en el conocimiento, también aparecen nuevos retos en la implementación de los beneficios finales y es allí donde la ecuación del desarrollo tiene que ser rigurosa y responsable con lo que somos, lo que tenemos y en especial con aquello que debemos dejar para las próximas generaciones.
Hoy, desde nuestros tiempos inmemorables, conocemos de la riqueza en oro que ha tenido nuestro suelo y ríos, que aunque saqueados por el imperio español durante su ocupación extendida; hay un gran potencial de recursos que pueden ser beneficiados adecuadamente en el  futuro, sin perder de vista la soberana responsabilidad de hacer las cosas a nuestra mejor manera y con suficiente criterio técnico, social y ambiental como para lograr los éxitos compartidos.

También conocemos de nuestra riqueza en cobre, plata, zinc, molibdeno, carbón, ocurrencias de petróleo y gas, manganeso y posiblemente algunos desconocidos por el momento.

La gran pregunta es si ante esta realidad, aún estaremos dispuestos a sacrificar poblaciones, el entorno natural ante la avaricia ciega por un desarrollo que  acelera el fortalecimiento del concepto Antropoceno o apostamos a fortalecer nuestras capacidades de controlar o adecuarnos para afrontar los retos con seriedad y profesionalismo.

Deconocemos la proyección de nuestros recursos en un contexto agresivo y económicamente volátil que impone formas y metodologías que superan la capacidad y fortaleza de las instituciones. El abandono histórico conjuntamente con el atraso tecnológico sustentado desde la investigación por profesionales  panameños; limita el conocimiento  y la certeza, como para imponer reglas claras a quienes estén dispuestos a colaborar en nuestro desarrollo.

Los yacimientos minerales están allí, al igual que otros recursos, pero la prisa e irresponsabilidad al quererlos beneficiar sin tener en cuenta las consecuencias, nos hace vulnerables y peligrosos. Es casi imposible dejar ausente el hecho de que el incremento en la demanda de recursos deriva en conflicto de intereses y que han evlucionado hacia el ámbito social, ambiental, económico, político incuso técnico-científico.

Los recursos en cada territorio y nación deben ser reconocidos y evaluados tanto como para entender su origen, acumulación y utilidad, así como para balancear la ecuación del desarrollo futuro del tal suerte que logre ser transparente y sostenible económica, social y ambiental con el esfuerzo comprometido de profesionales nacionales que entienden nuestra realidad.

 

Tierra Grande

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