Geología, minería… más que un concepto.

Cuando escuchamos sobre minería, aún cuando nuestro país no tiene una tradición realmente minera definida, en la mayoría de los casos, identificamos este término con grandes y monumentales extracciones que se desarrollan en otros países con ayuda de grandes e insospechables equipos, camiones y tecnología de última línea. Pero también, la gran mayoría asocia este término, con desastres y malos manejos que se han llevado a cabo en ciertas partes del mundo y que a todas luces han marcado el subconsciente de todo aquel que ha tenido acceso a verlo. La imagen ya está asociada como un reflejo condicionado, igual al que se ha utilizado por mucho tiempo y que en la actualidad se perfecciona a cada momento cuando los departamentos de mercadotecnia quieren vender un producto y además hacer que el público lo compre aun cuando no conozca nada de él o para qué sirve. Como dijo un conocido escritor, la cultura del guaro y después, acompañado: “guaro – mujer en cuero”, la combinación perfecta para vender. Nuestra sociedad “democrática” permite, admite y justifica casi todo para sustentar las ganancias como resultado inmediato, menos para la educación y las buenas prácticas. Casi siempre hay que hacer un presupuesto o buscar los recursos. En nuestro caso “minería – destrucción”. Ambos ejemplos, forman parte de los mecanismos de ventas y de orientación de la opinión, hábitos de consumo, enajenación de criterios, forma de pensar y razonar. Es el resultado de muchísimos estudios sobre el comportamiento de la conciencia social humana y sus debilidades. Lo lamentable de esto, es que todos los estudios, se utilizan y mal utilizan permanentemente para influir y variar el fiel de la balanza de los intereses económicos y sociales hacia rumbos que benefician a ciertos sectores o grupos.

Panamá, hace muchísimo tiempo desarrolla la minería y es que por falta de divulgación, de educación y de políticas encaminadas a educar a la población, hemos aprendido solo lo que ha podido llegar a nosotros o mejor dicho, lo que han querido mostrarnos. De hecho, no somos un país con cultura de estudio, de investigación, de razonamiento pues de serlo, no permitiríamos que nos manipule ningún titular de periódico o cápsula sensacionalista televisiva. Hay que aprender a dudar de lo que se ve y de lo que se escucha, incluso invito a que duden de lo que estoy escribiendo. Porque absolutamente nadie tiene el poder de la verdad completa. Lo que si hay que tener en cuenta, es que la minería, es toda actividad que se realice sobre la superficie terrestre o de forma subterránea en un determinado lugar para extraer un mineral o materia prima básica. Tan antigua como la existencia misma del hombre.
Qué podemos hacer para cambiar la imagen y la mala reputación que tenemos sobre este concepto y actividad. Pues empecemos por entender y aceptar que gracias a la exploración geológica y muy posteriormente a la minería, es que podemos disfrutar de la prensa escrita, de los noticieros ya que por un lado las tintas para escribir provienen de pigmentos minerales y los equipos televisivos funcionan con energía, alambres de cobre, aluminio, plomo, circuitos con elementos de oro, plata mercurio, galio etc. y todos, absolutamente todos provienen de la extracción mineral en una u otra forma. Es ilógico pensar, incluso escribir en contra de una profesión desconociéndola por completo y más aún sirviéndose de ella. Como que es un poco irresponsable y oportunista.
Siento, que en principio los profesionales de la tierra y afines, tenemos gran parte de responsabilidad en el proceso de divulgación, pero además, la mayor parte recae en las instituciones gubernamentales que violan la ley con un silencio profundo, cómplice, que se amolda a los intereses de turno. El primer objetivo es de estimular y reglamentar la exploración y extracción de minerales no solo por lo que esto representa en dinero por parte de las empresas de exploración, sino por el potencial que representa para un país el conocer sus recursos, su ubicación, su cantidad y su calidad.
La exploración geológica como preámbulo a la minería es fundamental para identificar los tipos de materia prima con que contamos y garantizar una extracción ordenada, de bajo riesgo, de alto rendimiento y con los mayores beneficios para todos. La extracción de tierra es minería, la extracción de tosca, es minería, la extracción de arena, es minería, la extracción de ripio o cascajo, es minería, la extracción de calizas es minería y muchas otras más, pero éstas extracciones, además de desordenadas en su gran mayoría, han sostenido y actualmente sostienen el gran desarrollo de la construcción en nuestro país.
Hay un detalle en todo esto y es que a falta de políticas de estado, tanto las instituciones como las empresas se quedan en la aplicación de las leyes existentes y el fantasma de las elecciones cada cuatro años cautiva en éctasis de promesas y torceduras de brazos a quienes quieren y a aquellos que quisieran pasar agachados. De manera paralela, la geología de exploraciones es satanizada mientras los defensores de un “ambiente”, callan o no se dan cuenta, de la gran contaminación y envenenamiento mental de propagandas, lemas y sonrisas efímeras. Estas promesas entran en contradicción con una realidad que es evidente durante los procesos de exploración. Por ejemplo un trabajador del campo que gana B/.2.00 al día ordeñando o como jornal, al llegar las exploraciones recibe un promedio de B/.8.00 al día, es probable que después no quiera trabajar como ordeñador o recolector de café y este es el conflicto. Se eleva el poder adquisitivo de las personas durante las exploraciones, mejora la calidad de vida y el conocimiento. Hay un proceso de transformación que llevado de manera organizada y concertada, puede traer numerosos beneficios a nuestras poblaciones marginadas, olvidadas y explotadas a base de su ignorancia.
Quiero dejar muy claro que la geología como ciencia y como actividad profesional debe ser promovida, es recomendable conocerla un poco más y buscar el punto de equilibrio como hemos hecho con otras actividades quizás mucho más dañinas y peligrosas. Espero que las instituciones y gobernantes entiendan la importancia de conocer el potencial de los recursos, para planificar nuestro futuro. A las empresas mineras y en especial a la Cámara Minera, que se ponga los pantalones largos y empiece a jugar el papel que le corresponde conjuntamente con los gremios afines a esta gran ciencia, que tantos beneficios ha brindado.